20.3.09

En el mar, la vida es más sabrosa / Por Alberto Serdán

En el mar, la vida es más sabrosa

El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, disfrutó en la mañana del jueves un energizante chapuzón en una alberca de un hotel en las paradisiacas playas de Acapulco. Esto ocurrió en el marco de la Convención de la Asociación de Bancos de México (perdone usted lector, pero no puedo dejar pasar el “chiste” gastado de que antes esta asociación era de “Banqueros de México” pero que gracias a la entrega de la banca mexicana a manos extranjeras -y sin pagar impuestos como Citigroup- esta asociación ahora sólo es de “Bancos” pues ya no hay banqueros mexicanos –y suenan los violines por los Legorreta, los Espinoza Yglesias y los etcétera).

Que el gobernador prefiera una alberca en lugar de las playas de Acapulco, es comprensible desde que conozco mucha gente que le gusta la playa de lejitos y que el calorón bien merece una mojadita. Que el gobernador se eche el chapuzón en jueves, día laboral a plena luz del sol, no debe ser motivo de alarma, ¿quién no tiene pasatiempos fuera de oficina?: Carstens y el Peje tienen al béisbol, el ex procurador Macedo de la Concha tenía al fútbol, el mismo Ortiz y el políticamente malogrado Téllez tienen al tenis, etcétera. Que el chapuzón sea en público, bueno, bueno, que ni tanto ya que al parecer esta imagen es una obra de paparazzi que quizá invadió una escena privada. Que sea en medio de una crisis económica, la peor que ha visto el mundo en muchos años ¿Será malo?

Foto: El Universal

Don Jesús Reyes Heroles decía que la “forma es fondo”. Que el gobernador del Banco de México se ejercite no es malo, pero puede serlo si eso refleja una actitud frente a las dificultades económicas: pensarlo como algo ajeno, lejano. Esto viene a colación porque al ver la fotografía inevitablemente recordé una plática que tuve con un ex secretario de Hacienda a quien le pregunté qué se sentía haber dirigido los destinos de millones de personas en medio de la crisis (pues la que vivió vaya que si fue dura). Él me comentó que “no se sintió nada” que era como un doctor que hace una operación: uno abre el cuerpo del paciente, opera, acaba, y regresa a su casa, que al fin todos los días hay operaciones.

Me quedé helado. Mi inocencia e ingenuidad habían creído desde niño que quienes tenían esos puestos tan decisivos se tomaban las cosas un poco más en serio, que tenían claro que detrás de esos sueldos, esas responsabilidades y esas decisiones hay, literalmente, vidas de seres humanos que son afectados por la información, la templanza, la capacidad de análisis y solución de problemas de estos muchachos. Me preocupa el chapuzón de Ortiz, y de otros más, si ello implica que no estén poniendo todo su talento, tiempo y capacidad para resolver los problemas que nos aquejan. O quizá es mi ingenuidad hablando, mis ideales “de juventud”. A lo mejor es que el ejercicio de gobierno no debe tomarse en serio para que en verdad sea efectivo, que al final del día, diría Clavillazo, “la cosa es calmada”.

No sé, me resisto. Lo hago por los millones de pobres que no pueden tener una vida digna a causa de decisiones humanas (como con los “desastres naturales”). Lo siento, me niego a creer que los pobres son “pobres porque quieren”. Ahora fue un chapuzón, sin importancia; pero, cuántos pobres lo son porque la gente que tenía en sus manos tomar decisiones simplemente no se consideró parte de esta sociedad, de este país, de este problema. No pido que se vuelvan niños que viven en la calle para poder atenderlos (uno de los estigmas que nos dejó Chinchachoma a la par de su generosidad). Sólo pido un poco de sensibilidad y de sentido de pertenencia. Que lo humano, no les sea ajeno.

Un día antes, el miércoles, INEGI publicó la cifra de la actividad industrial: ésta se desplomó -11.1 por ciento, la peor desde 1995 y que la industria manufacturera cayó -14.9 por ciento en el mes de enero. El martes, el mismo INEGI señaló que los indicadores coincidente y adelantado (los que nos dice si ya tocamos fondo o no) simplemente van en caída libre. La situación debería prender los focos rojos. Pero, parece que la actitud del gobierno linda entre los “catarritos” y las refinerías pospuestas, una vez más. Para ellos la cosa es calmada, se viene un huracán y quizá es tiempo de aprovechar y echar un chapuzón antes de la tormenta.

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

INDICADOR DESESTACIONALIZADO DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL
INDICADOR ADELANTADO DE LA ECONOMÍA
FUENTE
Datos: INEGI, 2009
Cálculos y gráficos: Alberto Serdán, 2009


**********
N. de la R.

Por lo pronto, el autor de estas líneas se tomará un receso de blog durante una semana para descansar y preparar el inicio de nuevas responsabilidades y de una nueva etapa de vida. Estaré al frente de un proyecto de apoyo en la formación de gente de buena voluntad y buenas intenciones que quieran ser parte del servicio público o de cargos de elección popular sin morirse en el intento y sin caer en los excesos y tentaciones del poder. Se trata de una formación basada en herramientas y capacidades políticas, técnicas, psicológicas y de gestión, pero, sobre todo, se trata de una formación en valores anticorrupción, de transparencia, de rendición de cuentas y de respeto a los derechos humanos. El reto es enorme. Gracias a
Propuesta Cívica, Asociación Civil por esta oportunidad en la que me incorporaré formalmente el 1 de abril fecha en la que regresará este blog. Quizá haya apariciones esporádicas antes, pero no garantizo nada.

Finalmente, aprovecho para hacer público mi enorme agradecimiento a GESOC por estos meses de grandes aprendizajes e intenso trabajo.

1 comentario:

La ventanilla: para el desahogo, las dudas, las reclamaciones y las sugerencias. (Para prevenir spam, todos los comentarios son moderados por EChPm)