6.4.09

La calidad de los programas gubernamentales / Por Alberto Serdán

La calidad de los programas gubernamentales

Muchas veces hemos escuchado que el gobierno no hace bien su trabajo. Esto lo podemos experimentar en carne propia cuando tenemos que enfrentarnos a las ventanillas, a los trámites y a los servicios que ofrece el gobierno. Por otro lado, experimentamos esta mala calidad en el gobierno cuando vemos que no hay resultados: no se reduce la pobreza, no hay avances significativos en la realización de los derechos humanos, se tiene inseguridad, hay omisiones en su actuación, y un larguísimo etcétera que las y los lectores pueden constatar cotidianamente.

Tanto para la sabiduría popular como para quienes se dedican a la administración, un buen diagnóstico es en buena medida parte de la solución de un problema. Más aún, un buen plan aumenta sensiblemente las probabilidades de que los problemas se resuelvan. El gobierno, para operar, suele ayudarse de programas gubernamentales (como Oportunidades, Procampo, Enciclomedia, y un etcétera que abarca a poco más de cien programas –chicos, medianos y grandes).

Pues bien, los programas resolverán los problemas para los que fueron creados en la medida en que cuenten con un buen diagnóstico y un buen plan estratégico y de operación, con un buen enfoque a los resultados y orientado a la ciudadanía, que recoja sus inquietudes y que los apoyos lleguen a todos los ciudadanos, en especial a lo más desprotegidos. Estas condiciones han sido evaluadas por 32 instituciones (universidades, centros de investigación, consultorías, etc.) y sus resultados han sido presentados en las páginas electrónicas de las diferentes dependencias del gobierno.

Ante ello, GESOC (Gestión Social y Cooperación, A.C.), una organización de la sociedad civil en México pionera en la evaluación de los sistemas de evaluación del gobierno (a esto le llaman “meta-evaluación”, o sea, evaluación de las evaluaciones), decidió sistematizar las 104 evaluaciones disponibles, llamadas por el gobierno como Evaluaciones de Consistencia y Resultados, para construir el Índice de Calidad de Diseño (ICADI) que permite conocer, comunicar y valorar la calidad del diseño de los programas federales sujetos a reglas de operación y otros de subsidio. El pasado 18 de marzo presentó sus resultados para los programas evaluados en 2007 y 2008 y éstos son alarmantes.

Acorde con el ICADI, 4 de cada de cada 10 programas gubernamentales están reprobados, lo que refleja una baja calidad de los programas públicos. El informe señala que, en promedio, los 104 programas sacaron un 6.3 de calificación en una escala de 0 a 10. Es decir, pasaron de “panzazo”.

GESOC señala que "el aspecto más débil de los programas es la orientación a resultados y a la ciudadanía. En este subíndice los programas obtuvieron 4.9 de calificación promedio. La cultura burocrática prevaleciente hace que los esfuerzos se orienten al cumplimiento de la normatividad y de los procedimientos (la calificación promedio en el subíndice de operación fue de 7.1), más que a los resultados y a los ciudadanos”.

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Por su parte, sigue el informe, “los diez programas con alto peso presupuestario, los cuales reciben mayor atención de los legisladores y funcionarios, obtuvieron una calificación promedio reprobatoria de 5.9, por debajo del resto de los programas. Destacan los programas de Alianza para el Campo, de Sagarpa; Adultos Mayores, de Sedesol, y Enciclomedia, de la SEP, con calificaciones de 4.4, 4.0 y 1.6, respectivamente. Cabe señalar que Enciclomedia se encuentra en el lugar 102 del ranking de 104 programas revisados”.

GESOC señala que “en un contexto de crisis y dada la pobreza y la desigualdad que se vive en el país, es lamentable que los programas de los sectores de asistencia social; temas agrarios; y urbanización, desarrollo regional y vivienda sean los que cuenten con las calificaciones más bajas en la calidad de su diseño (4.8, 4.2 y 3.9, respectivamente). En ese tenor, las secretarías de Desarrollo Social, de la Reforma Agraria y de Salud tienen las calificaciones más bajas con 4.9, 4.2 y 3.8, respectivamente”.

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Y continúa: “A su vez, en la lista de los diez programas peor calificados de los 104 analizados, están los relacionados con la atención de la familia, la mujer y grupos etarios. Tales son: Programa de la Mujer en el Sector Agrario (PROMUSAG), de la SRA, con una calificación de 2.7; el programa de Becas para Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas, de la SEP (2.6); así como los programas del DIF de Desayunos Escolares (lugar 94 con 3.0 de calificación); el Programa de Atención a Menores de 5 años en Riesgo y No Escolarizados (con 2.7); el Programa de Atención a la Infancia y Adolescencia (PAIA–DIF, con 2.1) y el mismo programa Enciclomedia con 1.6 de calificación”.

Asimismo, GESOC encontró que la “antigüedad del programa es un factor clave en la calidad de su diseño: a mayor tiempo de implementación mejor calificación promedio”. De hecho, los programas creados desde el año 2001 tuvieron una calificación promedio de 5.9, la más baja en cuatro décadas. Puede aventurarse también que la incapacidad de los funcionarios para diseñar programas desde 2001 es la mayor en cuatro décadas.

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Incluso, el informe concluye que “las calificaciones obtenidas por los programas reflejan que los funcionarios públicos no poseen las competencias necesarias para diseñar correctamente una política pública”. Como vimos en este blog ("Salarios gubernamentales en tiempos de crisis", 26/02/09 y "Las cucharas grandes: Salarios gubernamentales en tiempos de crisis II", 27/02/09), la baja capacidad mostrada en las evaluaciones contrasta con el alarmante crecimiento mostrado tanto por la plantilla de altos funcionarios del gobierno federal (67% entre 2005 y 2009), como por el monto total de sus remuneraciones, el cual creció en 96% en el mismo periodo. En otras palabras, los funcionarios no cumplen la tarea para la que fueron contratados: dirigir estratégicamente y supervisar el buen diseño de los programas.

Finalmente, el estudio señala que: “Deben reconocerse los esfuerzos gubernamentales para transparentar los resultados de las evaluaciones de los programas. Sin embargo, publicarlas en la página de cada dependencia dista mucho de ser una práctica idónea de rendición de cuentas, ya que dicha información se presenta de forma compleja, dispersa y desvinculada de otros aspectos clave a considerar en la PED [Política de Evaluación del Desempeño]. La presentación de resultados de las evaluaciones debe ser sistemática y pública, ya que resulta de una alta valía para:

a. Informar el debate público.
b. Evaluar la pertinencia y calidad de los programas.
c. Informar el presupuesto.
d. Mejorar los programas y procesos de gestión pública.
e. Mejorar la rendición de cuentas”.

Este índice es el primero en su tipo que realiza la sociedad civil y resulta un parteaguas en el uso de la información de las evaluaciones del gobierno. Enhorabuena y que sepan los funcionarios que cuando decimos que no están haciendo bien su trabajo, estudios como éstos deberían ponerlos a reflexionar y a identificar áreas de oportunidad que deberían de mejorar para entregar los resultados que los y las ciudadanas merecemos.

Resumen ejecutivo del estudio:
http://icadi.gesoc.org.mx/resumen_ejecutivo.pdf

Estudio completo:
http://icadi.gesoc.org.mx/icadi.pdf

Sitio del Índice de Calidad de Diseño (ICADI):
http://icadi.gesoc.org.mx

Sitio de Gestión Social y Cooperación, A.C. (GESOC):
http://www.gesoc.org.mx


FUENTE: Índice de Calidad de Diseño: Gestión Social y Cooperación, A.C., 2009
Gráficos: GESOC, 2009

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