17.7.09

ENIGH 2008 y los platos rotos / Por Alberto Serdán

ENIGH 2008 o los pobres pagan los platos rotos

A las periodistas de a pie

Ayer, el INEGI presentó con una oportunidad bárbara la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). Con base en esta encuesta se calcula la pobreza en el país y es una información vital para conocer cómo los grandes números de la economía aterrizan en los hogares de las y los mexicanos.

Se trata de una encuesta que se levanta entre agosto y noviembre de cada dos años y es la fuente más confiable que tenemos para conocer el nivel de bienestar económico (y de desigualdad) de nuestra gente.

Los resultados de esta encuesta corresponden a datos de 2008 y sí, ocho mesesotes después, oportunamente después de las elecciones, está con nosotros esta fotografía de nuestra sociedad. Con eso de que no quieren que se “politice” nada (o dicho de otro modo, que se “politice” lo bueno y que se “despolitice” lo malo), el gobierno decidió escondernos esta información para que no sea usada “políticamente” y convenientemente darla a conocer después de las elecciones.

No contentos con ello, el gobierno no quiso enfrentarse a los medios dando una conferencia de prensa para anunciar los resultados de esta encuesta. En su lugar, decidieron mandar un triste comunicado arrumbado en la página web del INEGI. ¿Para qué despeinarse? Si el gobierno no quiso enfrentarse al veredicto del electorado anunciando malas noticias, porqué iba a hacerlo ahora ante los encimosos medios.

Y es que son malas, muy malas noticias para México. En sólo dos años, entre 2006 y 2008, el 20 por ciento de la población más pobre del país vio mermados sus ingresos por 7.6 por ciento en términos reales. Mientras que en el 20 por ciento de los hogares más ricos los vieron incrementados en 0.1 por ciento.

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

Es la historia de los pobres más pobres y los ricos más ricos.

Incluso, mientras que en 2002 los ingresos promedio del 10 por ciento más rico del país superaba en 21.5 veces los ingresos del 10 por ciento más pobre, ahora en 2008 los más ricos superan en 21.8 veces a los más pobres. Prácticamente estamos en las mismas.

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

Ello sin mencionar que, gracias a estas cifras, podemos saber que un diputado federal ganó 58.1 veces más que el 10 por ciento más pobre del país en 2008 y que un senador de la República ganó 177.2 veces más que los ingresos promedio del diez por ciento de los hogares con menores ingresos.

Dicho de otro modo, la desigualdad aumentó y los ingresos, en particular de los más pobres, cayeron.

Y eso que la crisis empezó en septiembre de 2008 y se vio reflejado en una disminución del empleo hasta diciembre del mismo año. Y eso que lo peor de la crisis aún está por venir.

En estos años la desigualdad es prácticamente la misma y nos encaminamos a otra década perdida en lo social. A pesar de los spots, a pesar de las promesas, a pesar de las migajas que gobiernos de todos los colores reparten entre los más pobres, a pesar de todo ello, la pobreza y la desigualdad siguen y se profundizan.

Una vergüenza más.

¿Qué explica todo esto? Sin duda aspectos estructurales de la economía, la política y la sociedad en México. Pero viéndonos más prácticos y en un horizonte de corto plazo, una posibilidad es que la inflación de los alimentos y la crisis alimentaria fueron determinantes en estos últimos dos años. En este sentido, no es gratuito que la gente haya destinado más recursos a alimentarse.

Si formáramos a los hogares desde los que ganan más hasta los que ganan menos, y los dividiéramos en diez grupos, tendríamos lo que se llaman “deciles”, donde el decil I corresponde al 10 por ciento de la población más pobre y el decil X al 10 por ciento de la población más rica.

Dicho lo anterior, como puede apreciarse en la gráfica, en el 10 por ciento de los hogares más pobres (decil I), el 35.7 por ciento del gasto que hicieron en 2006 lo destinaron a los alimentos, mientras que en 2008 esta proporción del gasto lo elevaron al 39.4 por ciento del total. Puede notarse cómo en los hogares más ricos la proporción de gasto en alimentos es más baja.

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

Ello, como mencionaba, quizá se explique por un sistemático incremento en el precio de los alimentos por encima de la inflación general. Puede verse en la siguiente gráfica cómo esto se agravó principalmente en 2008. Más aún, puede notarse cómo el incremento en el salario mínimo está muy por debajo del incremento de la inflación y, en particular, de la inflación en los alimentos, lo que provoca que alcance menos con casi el mismo salario.

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

Si la gente gasta más en alimentos ¿en qué dejó de gastar? Piense en su casa ¿si no tiene dinero, dónde recorta gastos? Pues quizá coincidió: en recreación y esparcimiento. No es gratuito que tal rubro haya sido recortado en todos los deciles de la población, junto con el de la educación.

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

Otro rubro en el que la gente decidió dejar de gastar, fue en salud. Mientras que los deciles I y II podrían explicarse por una mayor cobertura del Seguro Popular (aunque la influenza porcina nos devolvió a la cruda realidad de los servicios de salud en este país), la disminución en el resto de los deciles quizá se deba a la gente que prefirió dejar de gastar en consultas y medicinas, con el fin de tener más dinero para comprar comida.

(haga clic sobre la imagen para agrandarla)

Estas noticias tendrán consecuencias en el nivel de bienestar de la gente, reduciendo sus posibilidades de ejercer sus derechos, de realizar sus sueños. También es un caldo de cultivo ideal para la desesperación, la desesperanza y la violencia social.

En suma, las noticias que nos trajo la ENIGH 2008 no eran aptas para el electorado, pero nos dejan preguntas muy profundas sobre el modelo económico y la eficacia de la política social que actualmente tenemos. O la otra, podemos seguir diciendo que “vamos en el camino correcto” ya que “la crisis viene de fuera” “¿y yo por qué?”. De ser así, los pobres, siempre los pobres, pagaron y seguirán pagando los platos rotos.

*********
FUENTES:

ENCUESTA NACIONAL DE INGRESOS Y GASTOS DE LOS HOGARES 2008
Datos: INEGI, 2009
Cálculos y gráficos: Alberto Serdán, 2009

INFLACIÓN EN LOS ALIMENTOS Y SALARIO MÍNIMO
Datos: Banxico, 2009
Cálculos y gráficos: Alberto Serdán, 2009

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La ventanilla: para el desahogo, las dudas, las reclamaciones y las sugerencias. (Para prevenir spam, todos los comentarios son moderados por EChPm)