Influenza evidenció fragilidad del sector salud: Fundar
o Recortes y subejercicios del presupuesto 2009 destinado a establecimientos de salud, fudamentales para la vigilancia epidemiológica.
o De 2004 a 2008, sólo el 21 por ciento de los recursos aprobados para construir infraestrúctura sanitarias se transfirieron a los estados.
o Recursos para infraestructura sanitaria depositados en fideicomiso opaco –imposible conocer oportunamente detalles del gasto en infraestructura y condiciones de acceso a la salud de amplios sectores de la población en condiciones de vulnerabilidad.
El brote del virus A H1N1 puso en evidencia las profundas carencias del sector salud. En el último lustro, a pesar de ponerse en marcha un nuevo modelo de salud, el estado Mexicano ha sido incapaz de fortalecer el sistema y promover el acceso a la salud de amplios sectores de la población, por la ausencia de inversión significativa en la red de establecimientos sanitarios. Una investigación reciente [link a la investigación completa] de Fundar, Centro de Análisis e Investigación A.C. arroja luz sobre fallas preocupantes en la ejecución del presupuesto de este sector: recortes injustificados, lagunas en la información disponible de acceso a servicios de salud y dinero aprobado para la construcción de infraestructura que no llega a los estados. De cara a la epidemia de la influenza, es urgente que el gobierno federal explique clara y oportunamente por qué se ha subejercido año con año el presupuesto para infraestructura, qué acciones instrumentará en el corto y mediano plazo para prevenirlo, cómo se ejercieron los recursos asociados a la contingencia y cómo afectan la perspectiva de inversión en 2009 y 2010.
Esta información es fundamental para dar cuenta de los límites y retos que enfrenta el sector salud a raíz de los cambios al sistema producto de la creación del seguro popular, al igual que un dato que el gobierno dejó de generar desde 1995: qué proporción de la población no cuenta con acceso a servicios de salud. Este dato debe generarse urgentemente, respaldarse con la última información disponible, y verificable; y acompañarse de una meta que permita valorar el avance progresivo. Asimismo, representa la base para un amplio diagnóstico, aún pendiente, de las prioridades de inversión en el corto plazo.
Si bien desde hace unos años se ha incrementado el financiamiento de recursos para la salud, el monto de recursos está muy lejos de ser suficiente. De 2000 a 2007, el gasto público en salud como porcentaje del PIB ha crecido a penas en .5 puntos porcentuales pasando de 2.6 a 3.1, mientras que paises como Brasil, Uruguay y Costa Rica invierten por lo menos el doble en el sector.
A la insuficiente inversión que padece el sector, en los presupuestos de 2008 y 2009 se han evidenciado recortes preocupantes.
El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) es uno de los establecimientos que jugó un papel central durante la epidemia de la Influenza. Opera en instalaciones vetustas de hace 70 años y tenía previstas inversiones importantes para 2009 con el objetivo de mejorar la institución y construir, entre otro, nuevos laboratorios. A pesar de la necesidad de modernizar al InDRE, sin embargo, se recortó su presupuesto -de 233 millones de pesos pasó a 221.4 millones- y durante el primer trimestre de 2009 no se ejerció un solo peso para avanzar en la construcción y adecuación de las instalaciones del InDRE.
Lo mismo ocurrió a la entidad paraestatal Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México. Se recortó de 20 millones de pesos el presupuesto 2009 para la construcción de una planta para producir vacuna contra la influenza. Además, se habían ejercido solamente el 10% de los recursos durante el primer trimestre 2009.
Durante los meses de enero y febrero solamente se transfirieron a los estados 10 millones de pesos para la creación de infraestructura sanitaria de un total de más de 2,000 millones de pesos aprobados para 2009. La creación de nueva infraestructura médica para atender a la población sin acceso a la seguridad social está administrado por la Comisión Nacional de Protección Social en Salud a través de un fideicomiso. Desde la creación del Fideicomiso en 2004 hasta 2008, a pesar de haber recibido 5,380 millones de pesos solamente transfirió a los estados -para la construcción, mejora y equipamiento de sus establecimientos de salud- el 21 por ciento.
A raíz de estas preocupantes tendencias es urgente que el gobierno federal:
o Modifique las prioridades en el ejercicio del gasto para fortalecer la capacidad del sistema de salud y que lo transparente.
o Transfiera a los estados todos los recursos destinados al fortalecimiento y construcción de infraestructura, existentes en el Fideicomiso de Protección Social en Salud.
FUENTE: FUNDAR, Centro de Análisis e Investigación, A.C.
Boletin de prensa núm. 106, 18 de mayo de 2009
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