3.8.09

Respuesta oficial ante el aumento en la pobreza

Pero vamos en la ruta correcta, parece decir el secretario de Desarrollo Social.

Eso sí: "Lo que procede es revisar los programas y las acciones de política social para reforzar lo que es eficaz y reformar lo que no está teniendo los resultados esperados", dice al final el secretario. Lo malo de esa promesa es que se ha escuchado tantas veces... y se han visto tan pocos resultados.

Veamos los argumentos de Ernesto Cordero, actual secretario de Desarrollo Social y, se rumora (cada vez con más fuerza), próximo secretario de Hacienda y Crédito Público.

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Los retos del desarrollo social
Ernesto Cordero Arroyo*
El Universal
3 de agosto de 2009


El último reporte elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestra un duro escenario: 40.2% de los hogares viven en condiciones de pobreza patrimonial, de los cuales, 20.1% de los hogares están en pobreza de capacidades y 14.3% de los hogares se encuentran en pobreza alimentaria. Hoy, la pobreza sigue siendo uno de los principales retos a los que se enfrenta el país y es, sin duda, el que más lastima.

Como lo demuestran numerosos estudios, los choques económicos afectan sobre todo a la población más pobre. La crisis alimentaria que enfrentó el mundo durante 2008 ocasionó que los precios de la comida se elevaran considerablemente en todos los países, y México no fue la excepción. Esto, aunado al hecho de que las familias mexicanas destinan la mitad de todo su gasto a comprar alimentos, provocó una fuerte presión en el poder adquisitivo de las familias mexicanas. Esta presión se agravó ante los efectos de la crisis económica mundial, provocando un incremento en el número de personas que carecen de un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, salud, educación y vivienda.

Frente a este duro escenario, el gobierno federal aumentó considerablemente, desde mediados de 2008, las transferencias a la población más vulnerable del país. Como lo demuestra el estudio realizado por el Coneval, ante la caída en el poder adquisitivo de las familias mexicanas, provocado por la caída del ingreso y el aumento en el precio de los alimentos, lo único que amortiguó dicha caída fueron las transferencias del gobierno federal. Así, Oportunidades creció 40.2% y las becas educativas aumentaron 48.6%.

El aumento en las transferencias económicas a través de programas del gobierno federal evitó que dos millones 600 mil mexicanos más cayeran en pobreza alimentaria. Lamentablemente, no existe política social que pueda reemplazar las pérdidas en el poder adquisitivo y de ingreso ocasionadas por la peor crisis económica de las últimas décadas. Por ello, estos incrementos no fueron suficientes para compensar, completamente, la reducción en el ingreso total de muchísimas familias.

Pobreza y marginación en México

En México, las mediciones de la pobreza están basadas, sobre todo, en el ingreso y en los precios. Atendiendo al innegable incremento en la canasta básica y a la disminución en el ingreso de millones de familias, se ha llegado a una precipitada conclusión: que la política social en el país ha fracasado.

No obstante, un ingreso bajo es solamente uno de los muchos rostros de la pobreza. Quienes la padecen luchan diariamente con otras cuestiones: la oportunidad de que sus hijos puedan estudiar, la posibilidad de tener atención médica cercana, el acceso a la electricidad, el tener una vivienda digna y un camino que permita el tránsito hacia otras comunidades y desde otras poblaciones hacia la propia. Algunos de estos factores también están contenidos en el estudio y son fundamentales para promover la equidad entre la población, reducir la marginación e impulsar el desarrollo humano. Estos factores son tan importantes para reducir la pobreza y la marginación como lo es cuidar el poder adquisitivo.

Por ello, además de incrementar las transferencias a la población en pobreza, el gobierno federal reforzó sus acciones en materia de desarrollo social. De este modo, programas como Oportunidades, Apoyo a los Adultos Mayores, Seguro Popular, Estancias Infantiles, Pisos Firmes, Opciones Productivas o Empleo Temporal ven más allá de la situación actual para romper el círculo intergeneracional de la pobreza.

Según el reporte del Coneval, la mayor parte de los indicadores que se refieren al desarrollo social del 20% más pobre de la población muestran mejorías en 2008 con respecto a las mediciones elaboradas en 2006. Por ejemplo, el número de personas que hoy gozan de cobertura médica gracias al Seguro Popular aumentó poco más de 80%; el número de personas de 65 años y más que no trabajan y que no reciben pensión y que ahora cuentan con un apoyo para comprar medicinas disminuyó en más de 20%; el porcentaje de la población mayor de 15 años que ahora ya sabe leer y escribir pasó de 79.2% a 82.1%; se empezó a ampliar el padrón de Oportunidades hacia las zonas urbanas, incorporando a 250 mil nuevas familias este año; y, al cierre de 2008, se habían colocado ya 743 mil pisos firmes en todo el país. Además, los indicadores de mortalidad infantil y materna, así como el de esperanza de vida han seguido mejorando.

Hacia el futuro

A la luz de los estudios presentados no es posible dejar de preocuparse, pero tampoco debe caerse en el desánimo. Lo que procede es revisar los programas y las acciones de política social para reforzar lo que es eficaz y reformar lo que no está teniendo los resultados esperados. En este sentido, resulta oportuno dar paso a un diálogo informado y responsable que promueva mejores prácticas pero que no ponga en riesgo los avances obtenidos. Es fundamental fortalecer el quehacer del gobierno en todos los niveles, federal, estatal y municipal para que los recursos y acciones lleguen a las familias que más lo necesitan. Es necesario también reafirmar el compromiso del gobierno federal con la transparencia y la rendición de cuentas y extender este compromiso a los estados y los municipios.

En el ámbito económico, y a pesar del cuidado puesto en los indicadores macroeconómicos, México no está exento de sufrir los embates de las crisis económicas mundiales. Por ello, resulta fundamental avanzar en la agenda de competitividad del país para detonar el crecimiento y generar los empleos que hacen falta.

Ante la magnitud de los retos que enfrentamos, la solidaridad de todos se vuelve indispensable; se requiere del compromiso de todos: del gobierno federal, de las autoridades estatales y municipales, del Poder Legislativo y de la sociedad organizada. Este es el momento de dar, de apoyar, de sumar, de construir un México en el que quepamos todos, un México más fuerte, más sólido; un México en el que todos podamos vivir mejor.

* Secretario de Desarrollo Social

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